Ajustes mecánicos

Hola de nuevo. Vamos con las últimas novedades.¿Que qué novedades traemos? Pues novedades, novedades, lo que se dice novedades, pocas. Eso no quiere decir que no hayamos hecho nada, sino que lo que hacemos, ya no es nuevo para nuestros lectores habituales. Es decir, seguimos currando como posesos tanto en el Memé como en el Zaragoza.

El compresor dando aire al Zaragoza

El compresor dando aire al Zaragoza

En el Zaragoza hemos hecho importantes avances en la neumática. Ya os avanzamos que estábamos listos para hacer pruebas de aire. Bueno, pues las hicimos. Como era de esperar, nos salieron fugas por todas partes. Pero no hay nada que el teflón y una buena llave inglesa consigan, y ya casi tenemos todas las fugas tapadas. Ya somos capaces de llenar los calderines del automotor en algo menos de una hora (con un compresor eléctrico, recordemos) y poner todo el circuito a la nada desdeñable presión de 8,5 kg/cm cuadrado, lo que según la cuenta de la vieja viene a ser «un huevo de presión», aunque aún por debajo de la normal de trabajo. Pero al menos con ésto podemos ir viendo si las cosas funcionan.

Lo primero que comprobamos es que los manómetros funcionan. Y a partir de ahí, empezamos a probar mandos. En la cabina del lado salón, probamos el inversor, el freno, el acelerador, el paro motor, el embrague, la bocina y los areneros. Y de todo esto podemos decir con orgullo que ¡funciona todo! Bueno, todo menos el paro motor y el embrague. O sea, los mandos funcionan, lo que no van bien son los accionamientos.

En la cabina del motor, hicimos las mismas pruebas, y aquí vimos que fallan el paro motor y el embrague, como en el otro lado, y la bocina, que hay que revisarla. Así que sin dar tiempo a que se vaciaran los calderines, empezamos a desmontar las piezas que hay que revisar y ya tenemos alguna en el local.

Pero no sólo ha habido aire. Entre los dos últimos sábados, hemos desmontado los pupitres de conducción para limpiarlos, y para limpiar todos los aparatos. Ha habido que desconectar todos los aparatos eléctricos (no os podéis imaginar la cantidad de cables que puede haber ahí y algunos tubos de aire. En el pupitre del salón sólo hubo que desconectar, desmontar, limpiar, montar y reconectar. El pupitre del motor está bastante más estropeado por las filtraciones de agua, y el aglomerado del tablero se deshace, por lo que hemos decidido reconstruirlo.

Además, gracias a las lluvias recientes, hemos recordado que teníamos alguna pequeña gotera en el techo, y este sábado pasado aprovechamos el solecito para darle una pequeña mano de clorocaucho allí donde hacía falta.

También hemos terminado (bueno, casi) el circuito de refrigeración/calefacción. Ya hemos montado toooooodos los manguitos que hacían falta. Y es que como es un sistema mixto, lleva manguitos y tramos e tubo para aburrir: que si la entrada al radiador, que si la salida, que si la entrada al depósito, que si la salida, que si la entrada al Webasto, que si la salida… En fin, un montón. Y también hemos lijado y pintado el depósito del líquido refrigerante, lo que toda la vida se ha conocido como «el anticongelante». Ya sólo falta meterlo en su sitio y conectarlo al circuito.

Y por último, hemos montado la dinamo y las correas. Así que ya sólo estamos a falta de montar el depósito para que ese motor Barreiros vuelva a ronronear.

Y ahora vamos con el Memé. Después de sacarle todo el aceite a la caja y rellenarla con el aceite que necesitaba, vimos que no iba del todo fina, así que decidimos repasarle el inversor. Hemos desmontado el selector de marchas, que va situado encima de la caja, y que no son más que unas electroválvulas que dejan pasar el aceite por un tubo u otro en función de la marcha que quieras engranar. Así que nada, a desconectar los cinco tubos (la entrada y las cuatro salidas) y a separar el selector de la caja. Así, se nos abrió un hueco por el que poder acceder directamente a los piñones y actuadores del inversor. Pero (siempre tiene que haber un pero) se nos hizo de noche. Esto de que cada vez anochezca antes es un engorro, pero bueno, es lo que hay. En las fotos de hoy podréis verlo.

Bueno, pues con esto y un bizcocho, que ya casi es la hora de merendar, os dejamos hasta la próxima entrega.

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